TAKEYAMA, Michio

TAKEYAMA, MichioAutores
 

Escritor japonés. 1903-1984. Nació en Osaka. Profesor universitario, traductor, ensayista, escritor de libros de viajes. El arpa birmana fue su única novela. Falleció en Zaimokuza.


El arpa birmana
La Coruña: Ediciones del Viento, 2004; 188 pp.; trad. de Fernando Rodríguez-Izquierdo Gavala; ISBN: 84-933001-6-0.

Últimos días de la segunda Guerra Mundial, Birmania. Una compañía japonesa, mandada por un capitán cuya profesión en la vida civil es ser músico, tiene una gran afición a cantar. Justo al terminar la guerra, cuando toda la compañía está prisionera, el cabo Mizushima, un virtuoso del arpa y una persona de gran humanidad, es enviado por el mando inglés a convencer a una compañía japonesa de resistentes de la inutilidad de sus esfuerzos. Cuando desaparece y no regresa, todos redoblan sus esfuerzos para encontrarlo de nuevo. Aunque no aparece, las esperanzas se redoblan cuando ven a un silencioso monje birmano que se le parece mucho.



El autor compuso esta historia en forma seriada, con ocasión de la petición que le hizo el director de una revista juvenil. Con un paso narrativo calmoso presenta primero a la compañía y cuenta varios episodios protagonizados por Mizushima; cuenta luego los infructuosos intentos de localizarle; y, en la tercera parte, una carta de Mizushima deja claro todo lo sucedido.

La narración atrae por la singularidad de sus escenarios y protagonistas, porque su interés no decae aunque tenga caídas de tensión, y porque contiene momentos excelentemente descritos: «Éramos como aquellos de quienes cuentan los viejos libros: “al fugitivo se le hiela la sangre sólo de oír el viento”». Parece demasiado explícito y simplista el modo en que se subrayan cuestiones como el poder de la música, o la necesidad de la comprensión entre todos, o la importancia de un patriotismo bien enfocado. En cualquier caso los méritos del relato están por encima de la objección y tal vez no está de más que se nos insista en esas cosas y en otras, como la piedad hacia los difuntos.


7 noviembre, 2007
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