Un relato de hace tiempo, y que ahora creo que no está en el mercado español, sobre un chico con problemas personales y familiares serios pero que tiene la suerte de acabar encontrando quien le ayude: El hombre sin rostro [1], de Isabelle Holland [2]. Los defectos que tiene quedan compensados por los aciertos en la definición del protagonista y su entorno, y por muchos diálogos excelentes.