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Ever After High (3): Un mundo maravillástico

Un mundo maravillástico, de Shannon Hale [1], es el tercer libro de la serie Ever After High y parece ser el último que firma la autora. Es tan brillante como los anteriores, El libro del destino [2] y Destino real, espíritu rebelde [3], y en algunos aspectos más, pero resultará demasiado sofisticado literariamente para muchos paladares y, una vez más, muy sorprendente para quien se fie de la cubierta.

Esta vez gana todo el protagonismo Maddie Hatter, el mejor personaje de las novelas previas. Todo comienza cuando el Galimatazo [4] está intentando transformar mágicamente el País de Siempre Jamás para convertirlo en el País de las Maravillas, con lo que todo se caotiza y los únicos personajes a los que no les afectan sus hechizos son las «maravillanas»: Maddie, Lizzie (hija de la Reina de Corazones [5]), y Kitty (hija del Gato de Cheshire [6]). Ellas tres, junto con Cedar Wood (hija de Pinocho [7]), que deja de ser de madera para ser de carne, son las que deben arreglar los entuertos. Los líos son muchos e indescriptibles: la misma Kitty dice que todo «es un confuso batiburrillo entre lo maravillano y lo siemprejamasino».

Para conectar bien con la historia es necesario conocer bien las dos novelas de Alicia y las demás narraciones a las que se alude, igual que tener la capacidad de disfrutar de bromas relacionadas con la técnica narrativa. Esto tiene que ver con que, cuando el narrador se ve afectado por la magia que invade el país de Siempre Jamás, y puesto que Maddie puede oírle y está siendo testigo de todo, ella se hace cargo del puesto de narrador. Lo que ocurre es que, al principio, no cumple bien las reglas propias del narrador y se arma líos… Por ejemplo: «Maddie rebuscó en su Sombrero de las Mil Cosas. Qué útil, ¿verdad?, llevar siempre un sombrero de las Mil Cosas. Se preguntó por qué no tenía uno todo el mundo. Luego se regañó a sí misma por preguntarse cosas que no tenían nada que ver con el cuento que estaba narrando. ¡Los Narradores no hacen eso! ¡Vuelve al cuento, Maddie!»

Además, hay un momento en el que las protagonistas deben separarse, por lo que la única forma de contar lo que les pasa es que haya un nuevo narrador: «¡”Mostrar, no contar” es un capítulo entero del libro de narración! Y yo no puedo narrar lo que hace Cedar e ir con Lizzie —dijo Maddie», así que nombran a Kitty narradora de emergencia sustituta de la Narradora de emergencia, lo que causa más líos aún. Quien conozca previamente a la madre de Lizzie y su afición a las cartas…, verá que Lizzie también es una gran creación como personaje. Por supuesto, el tema de fondo continúa saliendo una y otra vez: «Rebeldes, Reales, bla, bla, bla —dijo Kitty mirándose las uñas—. Si no te importa dónde vayas a terminar, no importa qué camino tomes», frase que, igual que otras suyas, hacen pensar en su padre…

Y magnífica traducción.

Shannon Hale. Un mundo maravillástico (Ever After High. A Wonderlandiful World, 2014). Madrid: Alfaguara, 2014; 358 pp.; trad. de Sara Cano Fernández; ISBN: 978-84-204-1774-5. [Vista del libro en amazon.es [8]]