Como es sabido, versionar antiguos relatos para ponerlos al alcance de los niños no es algo nuevo. Véanse, si no, el Libro de las maravillas [1] y Cuentos de Tanglewood [2], de Nathaniel Hawthorne [3], y Los héroes [4], de Charles Kingsley [5].
Como es sabido, versionar antiguos relatos para ponerlos al alcance de los niños no es algo nuevo. Véanse, si no, el Libro de las maravillas [1] y Cuentos de Tanglewood [2], de Nathaniel Hawthorne [3], y Los héroes [4], de Charles Kingsley [5].