Jackie Morris confiesa su entusiasmo por el trabajo de ilustradores como Maurice SENDAK [1], Shirley HUGHES [2] o Ralph STEADMAN [3], pero su trabajo aquí es más deudor de pintores como Marc Chagall, cuyo colorismo y sentido poético admira. Esto se puede apreciar en sus alegres y ricas acuarelas, bien compuestas, que atrapan el sabor oriental de los escenarios a la vez que transmiten las emociones o el movimiento de los personajes según lo requiera la escena.
Susan Summers es una maestra que, después de contar durante años a sus alumnos la historia imaginada por Van Dyke, decidió ponerla por escrito. Sin duda es apostar sobre seguro, pues el relato refleja muy bien el sentido de la Navidad y algunas actitudes básicas de los seguidores de Jesucristo, por lo que posee todas las condiciones para conmover al lector.