En sus tramas, imaginativas pero coherentes, y ambientadas en fastuosos escenarios de gran colorido, McCay intenta reproducir las emociones propias de los parques de atracciones que tanto le atraían. En sus barrocos dibujos, de estética modernista y de una sorprendente exactitud, presta particular atención a lo arquitectónico y usa una gran variedad de perspectivas. Los historietistas deben a McCay deben numerosos recursos expresivos que luego se usaron con profusión: por ejemplo, es el primero que se plantea la continuidad del dibujo de viñeta a viñeta. Su influencia en autores como HERGÉ [1], DISNEY [2] o SENDAK [3] ha sido enorme, según ellos mismos han reconocido.
Bibliografía:
—Little Nemo 1905-2005. Un siglo de sueños [4] (2005). Volumen colectivo coordinado por Bênoit Peeters. Madrid: Sinsentido, 2005; 104 pp.; trad. de Lorenzo F. Díaz y Julio Reija; ISBN: 84-95634-72-4.
—Un buen video sobre la vida y la obra de McCay: THE ART & IMAGINATION OF WINSOR McCAY. [5]