Otro ilustrador que todavía no había mencionado: Oliver Jeffers [1]. Tal vez el rasgo que más llama la atención en sus álbumes sea la frescura de las imágenes, de la composición de los álbumes, y de los argumentos, que aunque son los habituales en los libros infantiles también tienen un punto de originalidad. Esto es claro en El corazón y la botella [2], una historia que, sobre todo, se dirige al adulto. Pero también se aprecia en un álbum más para pequeños como Este alce es mío [3], el más reciente de los publicados en España, creo.