He descubierto hace poco a Komako Sakaï [1], una ilustradora japonesa con un don especial para retratar escenas y emociones sencillas de la vida cotidiana. Recientemente se ha publicado La pequeña Ana [2], una historia mínima con mucho encanto.
He descubierto hace poco a Komako Sakaï [1], una ilustradora japonesa con un don especial para retratar escenas y emociones sencillas de la vida cotidiana. Recientemente se ha publicado La pequeña Ana [2], una historia mínima con mucho encanto.