Frankestein [1] está considerada la primera novela de ciencia-ficción, una categoría que Muriel Spark [2] no menciona como tal en la biografía de su autora [3], aunque sí advierte que, con ella, Mary Shelley [4]establece un nuevo e híbrido género de ficción que fusiona el pensamiento propio de dos épocas diferentes, y que presenta de un modo nuevo el conflicto entre la emoción y el intelecto. Además, se puede señalar que ocupa un lugar destacado dentro de las historias que tratan del daño que causan los aprendices de brujo, ahora que tenemos tantos alrededor.