Mi vecino de abajo [1], de Daniel Nesquens [2], es un ejemplo de cómo un buen narrador puede poner en pie una historia y construir un personaje intrigante con escasos datos.
Mi vecino de abajo [1], de Daniel Nesquens [2], es un ejemplo de cómo un buen narrador puede poner en pie una historia y construir un personaje intrigante con escasos datos.