Algunas veces he comentado aquí que hay quienes discuten el concepto de Literatura juvenil, puesto que muchos lectores adolescentes o jóvenes pueden leer sin problemas muchos de los libros que leen, o que no leen, muchos lectores adultos. Pero hay una forma de comprender la literatura juvenil que justifica la etiqueta: la de construir y escribir libros de calidad que atraen a lectores jóvenes, y satisfacen sus intereses al tiempo que los introducen a nuevas lecturas de más entidad. Un ejemplo de hace unas décadas, de una de las mejores escritoras españolas de LIJ como fue Montserrat del Amo [1], es El abrazo del Nilo, una novela corta que. igual que otra de la que hablaré dentro de unos días, he leído hace poco después de una sesión con Antonio Ayuso [2] en el Master univesitario en escritura creativa [3] de la Universidad Complutense.
En su primera parte se presentan los personajes: Carlos Manuel, un joven piragüista, en el descenso del Sella; su amigo y compañero Antonio en una reunión familiar, en la que habla a sus padres y hermanos del proyecto que tiene, junto con Carlos Manuel, de hacer un «descenso del Nilo»; el viejo Haken, un nubio que vive con sus nietos en las arenas desérticas egipcias, junto al Valle de los Reyes; su nieto Gaad y su compañera de escuela Nut. En la segunda parte se narra un poco el descenso y, sobre todo, el encuentro de todos los personajes, en el que Gaad y Nut «roban» la piragua de los excursionistas españoles y estos descubren una piragua de papiro fabricada por Gaad. En la tercera parte conocemos la resolución de la historia, que tiene distintas derivaciones.
Al hilo del relato se dan informaciones históricas y sociológicas básicas sobre la presa de Asuán y el traslado que se hizo de las sepulturas y templos para que no quedaran bajo las aguas, y sobre las formas de vivir de los campesinos de la ribera del Nilo y las peculiaridades de las barcas de papiro. Además, los expedicionarios llevan libros, de los que hablan brevemente, que pueden servir a los lectores para proseguir con sus indagaciones. Las descripciones de los personajes y de cada uno de los ambientes que van apareciendo son estupendas: nada enfáticas sino sencillas, ricas y precisas. También están medidos los comentarios sobre los conflictos sociales en los que viven atrapados Haken, Gaad y Nut. La forma que tiene la autora de ordenar el relato y de ir avivando el interés del lector, haciendo que sus personajes se hagan preguntas ante lo que otro afirma, es tan tradicional como eficaz. En otro orden de cosas, la novela hace reflexionar cómo, en la trama, hay muchos momentos de pequeñas tensiones narrativas que son propias de un mundo sin teléfonos móviles y en el que unos y otros han de vivir a la espera de que se produzca la comunicación.
Montserrat del Amo. El abrazo del Nilo (1988). Madrid: Bruño, 1991, 8ª ed.; 165 pp.; col. Altamar; comentario del texto de Manuel Artigot; ISBN: 84-216-0971-8. Nueva edición en 2008; ISBN: 978-8421652473. [Vista del libro en amazon.es [4]]