Haber hablado hace poco de una aprendiz de naturalista como Calpurnia [1] es un pretexto tan bueno como cualquiera para traer aquí El delfín de Corubicí [2], del naturalista costarricense Anastasio Alfaro [3]. Es un clásico infantil de principios de siglo, desconocido en España, que me interesó cuando lo leí hace años.