Muchas historias de animales humanizados, como las citadas ayer [1] y anteayer [2], hablan a los niños del descubrimiento del mundo. Dos clásicos infantiles de principios del siglo XX que muestran que, a estos efectos, las cosas han cambiado poco, son El Pudding Mágico [3], del australiano Norman Lindsay [4], y Maya la abeja [5], del alemán Waldemar Bonsels [6].