Entre los muchos libros de Margaret Wise BROWN [1] a los que Weisgard puso imágenes destaca este, un álbum en el que las decorativas y vistosas ilustraciones, grandes y dulzonas, una en cada página, dejan en segundo plano el texto.
Entre los muchos libros de Margaret Wise BROWN [1] a los que Weisgard puso imágenes destaca este, un álbum en el que las decorativas y vistosas ilustraciones, grandes y dulzonas, una en cada página, dejan en segundo plano el texto.