Los autores se hicieron famosos con este personaje, un secundario de un álbum que habían publicado anteriormente. Su éxito ininterrumpido se debe, sobre todo, a que George resulta un personaje simpático a pesar de, o gracias a, sus travesuras, y a que sus historias tienen encanto visual: las ilustraciones se parecen a las de Ludwig BEMELMANS [1] pero, con el uso de los globos y otros recursos de composición propios del cómic, tienen mayor agilidad y comunican muy bien con el lector pequeño. Eso sí, detalles como la escena en la que George fuma no se hubieran colado si los libros hubieran sido editados unas décadas después.
George continuó sus aventuras durante cinco libros más, los tres siguientes con el mismo espíritu juguetón —Curious George Takes a Job, 1947, Curious George Rides a Bike, 1952, Curious George Gots a Medal, 1957— y los dos últimos compuestos ya con afán didáctico —Curious George Learn the Alphabet, 1963, y en 1966 Curious George Goes to the Hospital, éste con el propósito de ayudar a los niños a combatir el miedo hacia los hospitales—. Hay una edición que reúne todas las historias en un único volumen: The Complete Adventures of Curious George; Boston: Houghton Miffin, 2001; 432 pp.; ISBN: 0618164413.
Otro álbum de los autores es Pretzel [2].