The boy of the three-year nap fue el primer álbum premiado de Allen Say, después de una larga carrera como fotógrafo. Con él ganó merecidos premios porque, a un relato excelente, en la línea de tantos cuentos populares sobre pillos a los que se les gasta una broma también pílla, le puso unas ilustraciones basadas en unos dibujos magníficos. La composición es clásica: las palabras de la narración van encima o debajo de unas imágenes recuadradas, o el texto va en una página y las imágenes ocupan la página opuesta.
También Grandfather’s Journey presenta en cada página una ilustración rectangular y recuadrada, y debajo un breve texto. En este caso, sin embargo, las figuras son totalmente realistas y cada ilustración es como un gran cuadro luminoso, normalmente con el abuelo en primer plano, en otros casos con paisajes de los EE.UU. o de Japón. La historia es sencilla pero transmite autenticidad y consigue su objetivo: mostrar y a la vez estrechar los vínculos entre Japón y Norteamérica, hacer notar y a la vez reconducir de modo positivo el choque cultural.
Té con leche, que tiene iguales rasgos compositivos que el libro anterior, es otro álbum familiar: la protagonista es la madre del autor. Las imágenes son magníficas: recogen bien los ambientes de la época, están compuestas con mucho equilibrio y transmiten el tono emocional del momento a través de las expresiones de tristeza o inquietud o esperanza de la chica.
Otros libros: The bicycle man [1]; Drawing from memory [2], un libro autobiográfico con rasgos de novela gráfica.