La Banda del Regaliz está formada por Leo, Carolina-Caro, Florentino-Flo, Luis, Felipe y Coco, el loro. En el primer libro resuelve ocho casos que oscilan entre los tres y los catorce capítulos —Vacaciones en Piedrarroya, Operación Dragón Amarillo, Robo en el Museo, Robo en la Mansión, Incidente en la isla, El carterista, En la pista de carreras y El caso Núñez—; en el segundo cuatro más largos que tienen cada uno quince capítulos —Operación Cetro de oro, Un ladrón de joyas en el teatro, Oro en el salvaje Oeste, El tramposo—; y otros cuatro también largos en el tercero —Misterio en el monasterio del Cuervo, ¡Se busca un conejo!, El caso de Rosa Pommerenko y El misterio de Pinosaltos—, con diecisiete, doce, diecisiete y quince capítulos respectivamente.
El autor usa la eficaz fórmula de su padre, Hans Jürgen PRESS [1], en Aventuras de «La mano negra» [2], tanto en la estructura de sencillos casos policíacos como en la clase de dibujos tintinescos que usa. El texto de cada capítulo va en la página izquierda y, entre la multitud de detalles que se contienen en la ilustración de la página derecha, hay alguna pista reveladora que los hábiles protagonistas han visto ya: ¿logrará descubrirla el lector antes de seguir leyendo? Los mini-relatos atrapan también a quienes son poco lectores pues lo desafían, le hacen leer con atención, y le impulsan en la lectura hacia delante.