Igual que Pioneros, Willa Cather ambienta Mi Ántonia en Nebraska y a fines del siglo XIX, pero esta vez su protagonista es una chica de origen bohemio. Al final, así la describe su amigo y narrador Jim Burden: «Ántonia había sido siempre una de esas personas que graban imágenes en el cerebro que no se desvanecen, que se hacen más vívidas con el tiempo. En mi memoria guardaba una sucesión de tales imágenes, indelebles como las viejas ilustraciones del primer libro de texto (...). Ya no era una preciosa muchacha sino una mujer ajada, pero aún poesía ese algo que inflama... Leer más
A lo largo de los últimos meses he ido introduciendo mejoras en la web. Incluir la sección de Artículos es la más evidente. También he agrupado algunas notas en nuevas secciones temáticas, he añadido contenidos específicos para facilitar otros listados de libros, he subdividido mejor la sección Más libros, he incluido más información en las fichas de algunos autores. El año que viene, más,... Leer más
Dos comentarios tomados de Puck de la colina Pook, de Rudyard Kipling. Uno, cuando Parnesio, el centurión romano, le dice a Dan que, cuando sea mayor, debe recordar que su suerte dependerá del primer amigo verdadero que haga, entonces Puck le aclara: «Quiere decir —dijo Puck sonriendo— que si te propones ser un tipo decente cuando seas mayor, entonces harás amigos más bien decentes. Pero si, cuando crezcas, te has hecho un bestia, tendrás unos bestias de amigos». Y otro, de Hal, el pintor y dibujante, que recuerda su vida y comenta: «Yo vine aquí,... Leer más
Nueva edición también de Ningún beso para mamá, otro clásico de Tomi Ungerer. La edición original tenía una cubierta como la de la edición inglesa de la derecha, muy distinta de la que acaba de publicar Anaya dentro de la colección Sopa de libros, como se puede ver en la ficha del autor. También el diseño del interior del libro, de la primera edición, era más acertado. En cualquier caso, es un minirelato con magníficas ilustraciones y texto certero (al menos para mí, sé que hay quienes no piensan... Leer más
Las ilustraciones de Los tres bandidos ocupan a veces la doble página o una página completa, y están concebidas para sacar el mayor provecho a las técnicas de impresión a dos o tres tintas. Colores planos y brillantes, de negros y azules, que evolucionan a tonos más alegres según van mejorando los bandidos. Textos muy cortos que conducen con eficacia la historia. Las ilustraciones de Ningún beso para mamá, en blanco y negro, muestran también la filiación a la vez clásica y surrealista de Ungerer. En Los tres bandidos, Ungerer atrae al niño-lector con el miedo y la emoción, y... Leer más
Tres feroces bandidos de negra capa y negro sombrero secuestran a una niña. Pero le cogen cariño y acaban construyendo una ciudad para niños... Leer más
Una familia de gatos. A Toby Gaty (Tony Zarpas en la segunda edición citada) le revienta que su madre le llame tesorito, mi bollito de miel, y «no puede soportar que le dé besos». Su padre, que trabaja en una fábrica de embutidos de ratón, comprende su aversión a los excesos de afecto de su madre, pero le explica que «a pesar de todo tienes que ser cariñoso con ella». Al final, Toby Gaty se saldrá con la... Leer más
Jean Guitton: «Hay límites en todas las cosas: límites para la enunciación, que no debe más que muy raramente, ser llevada hasta lo absoluto; límites para la exploración, que debería detenerse ante lo insondable y lo inefable; límites para el juicio mismo que, falto de información, de competencia o de certidumbre, debe optar por abstenerse. Ya hablaban los catecismos de antaño de “quien juzgaba en vano y sin necesidad”. Es difícil mantener el sentido de los límites. Así, en las conversaciones, se cruza enseguida la frontera que separa lo que divierte de lo que hace daño, lo... Leer más
Umberto Eco: «La lectura de las obras literarias nos obliga a un ejercicio de fidelidad y de respeto en el marco de la libertad de interpretación. Hay una peligrosa herejía crítica, típica de nuestros días, según la cual podemos hacer lo que queramos de una obra literaria (...). No es verdad. Las obras literarias nos invitan a la libertad de interpretación, porque nos proponen un discurso con muchos niveles de lectura y nos ponen ante las ambigüedades del lenguaje y de la vida. Pero, para poder jugar a ese juego, por el cual cada generación lee las obras literarias de una... Leer más
Verdades canallescas, libros como hachas Entre las novelas sobre vidas familiares durísimas en las que un niño ocupa el punto central de la trama, pueden ser especialmente desasosegantes aquellas en las que los pequeños no tienen ningún adulto de referencia o, si lo hay, queda oscurecido por el peso abrumador de otras personas o de otras circunstancias. En estas historias es como si los autores preguntasen a los niños y, con sus testimonios, quisieran tanto denunciar comportamientos que deberían ser desterrados, como incitar a la comprensión hacia quienes por ser hoy víctimas... Leer más
En la misma línea del artículo de ayer, hay relatos que nos permiten asomarnos al sufrimiento de los niños en situaciones familiares duras. De eso va Verdades canallescas, libros como hachas. El artículo se fija en qué aprendemos de unas historias tan crudas, qué nos muestran y qué nos ocultan los distintos tonos con que los autores las cuentan. Intenta también apuntar por qué son tan diferentes los finales de los melodramas sobre infancias desgraciadas de ahora, cuando las carencias afectivas son lo importante y la desesperanza parece irremediable, y los del pasado, cuando las... Leer más
Itinerarios morales difíciles Son muchas las novelas que, directa o indirectamente, muestran las deficiencias que se producen en el desarrollo moral de los niños. Debido a que todas las «buenas educaciones» se parecen y en cambio las «malas educaciones» se diferencian, estas últimas son las que normalmente tratan los novelistas. En esta clase de relatos el punto de vista más habitual es el del niño, el de quien sufre y paga los errores educativos. Y lo que normalmente subrayan es que, cuando son tantos los factores que influyen, para educar hay que dejar abiertos a la comprensión... Leer más
Los buenos libros infantiles y juveniles son especialmente luminosos para los adultos. Creo que se ve claro en Itinerarios morales difíciles, artículo que también pensé titular Cimientos para la conciencia, y que fue publicado como Chicos desconcertados, chicos desequilibrados, chicos perspicaces. En él quería mostrar cómo presentan algunas obras literarias el proceso de formación de la conciencia de un niño que no tiene alrededor adultos de referencia o, casi peor, que vive rodeado por adultos de comportamiento... Leer más
Los otros lados de las cosas habla de que, si las ficciones infantiles y juveniles siempre han tendido a caer en el sentimentalismo de modo natural, esto es hoy mucho más patente. Niños y jóvenes viven en un mundo repleto de sentimientos enlatados en imágenes y en canciones, y son bombardeados por una industria que, para vender más, les ofrece lo que quieren y no lo que necesitan. En esta situación, que las ficciones ayuden en la educación sentimental de los chicos depende de que los educadores, en su trabajo de hacerles llegar las mejores obras y darles armas para que puedan juzgar... Leer más
Si es una estrategia publicitaria probada la de avivar la discusión en torno a un libro, el éxito es arrollador cuando al libro le comienzan a caer anatemas, y más aún cuando las condenas no tienen base. También eso es lo que ocurrió, y ocurre, con algunas críticas a Harry Potter por razones religiosas. En relación a eso, la pregunta de fondo en Los relatos de fantasía y Dios es la de cuál es el sitio de Dios en las creaciones de... Leer más
Cuando las novelas de Harry Potter comenzaron a verse como un acontecimiento de alcance mundial escribí un artículo titulado La magia de Harry Potter. En él intentaba explicar un poco algunas causas de la popularidad y de la polémica en torno a esos libros, y analizar algunos recursos propios de las novelas de... Leer más
Chéjov: «En mis conversaciones con mis colegas escritores insisto siempre en el hecho de que no corresponde al artista resolver problemas específicos. Un artista no debe ocuparse de cosas que no comprende. Para los problemas especiales existen entre nosotros especialistas; a ellos corresponde juzgar las comunidades rurales, las suertes del capital, los daños del alcoholismo, las botas, las enfermedades femeninas... El artista, por su parte, sólo debe juzgar lo que comprende; su campo es limitado, como el de cualquier otro especialista: es algo que repito y sobre lo que insisto siempre.... Leer más
Cuando cuenta su pasado bajo el régimen comunista, Adam Zagajewski explica que también él se vio atrapado por la propaganda y que «algunos axiomas del pérfido sistema los consideraba al principio del todo evidentes». Pero, «sobre todo gracias a la ayuda de otros, de mis padres, de autoridades de la generación anterior, de los grandes poetas de mi lengua, de los inteligentes escritores de la emigración y de un puñado de valientes contemporáneos que vivían en el país, salí de aquel paso entero, o casi. La actividad de varias generaciones que colaboraron entre sí dio como... Leer más
Otra novela de Willa Cather es El canto de la alondra. En este caso la protagonista es Thea, una chica de Colorado que acaba yéndose del pueblo para estudiar música y triunfa como cantante de ópera. Se nos presenta como una mujer que ha nacido para las sacudidas de los rompeolas, como una persona que «detestaba las cosas difíciles pero no dejaba pasar ni una» y «no descansaba hasta haberlas dominado». Pues Thea declara esto: «Si amas las cosas buenas visceralmente, lo bastante para renunciar por ellas a todo lo que hay que renunciar, entonces tienes que... Leer más
Relato con un enfoque singular, en el que destaca el buen uso del lenguaje y la capacidad del autor para el comentario irónico, así como el acierto con el que se muestran algunos flashes del comportamiento humano, adulto e infantil. La otra cara es que algunas digresiones parecen no tener rumbo, que no encaja bien que los sucesos trágicos se narren con acentos paródicos, y que a los personajes siempre se les observa desde fuera, como en plan curioso e ingenioso pero sin empatía ninguna. El mejor humor del narrador asoma cuando realiza cierto tipo de comentarios: «es tan improbable... Leer más
Mediados del siglo XIX. Los señores Thornton, hacendados ingleses que viven en Jamaica, deciden enviar a sus hijos a Inglaterra para que reciban allí la educación adecuada. Junto con los Fernández, otros chicos criollos de la isla, durante la travesía en barco caerán en manos de unos piratas crepusculares y patéticos, dirigidos por el capitán Jonsen —que «era cualquier cosa menos un hombre astuto»— y su lugarteniente Otto. Aunque se producirán acontecimientos trágicos, los niños, en especial la pequeña Emily, de diez años, irán adaptándose a la nueva situación y... Leer más
No sólo los autores de aventuras marineras, del pasado y del presente, son deudores del capitán Frederic Marryat, sino que también lo son los autores de novelitas históricas con niños como... Leer más
Marryat fue el novelista de aventuras marineras más popular del siglo XIX y de sus obras beberán muchos narradores posteriores, entre otras cosas porque él sí hablaba de lo que había vivido y conocía de primera mano. En particular, obras como Peter Simple y como Midshipman Easy (1836), están en la base de las sagas que FORESTER, KENT y Patrick O´BRIAN han popularizado en el siglo XX. Es sorprendente que la novela suya marinera que más fácilmente se puede encontrar en el mercado español no sea ninguna de las mejores, sino El buque fantasma (The Phantom Ship, 1839), un folletón... Leer más
Con sólo quince años, Peter Simple embarca como grumete en el Diomedes. Relatados por él mismo, se suceden incidentes que su nombre hace suponer, aunque alienta «la esperanza de que mi celo y diligencia acabarían supliendo la falta de dotes naturales». Hace amigos, asciende, combate con arrojo, pasa tormentas, conoce a una chica llamada Celeste que luego reencuentra y libera cuando se ha convertido «en una mujer de incomparable belleza», tiene que superar intrigas en su propia familia... Y, poco a poco, Peter Simple pasa de ser un «simple grumete bobalicón a ser uno de los hombres... Leer más
Inglaterra, 1647, guerra civil entre los monárquicos y los «roundheads». Cuando una partida de los últimos buscan al rey fugitivo, los cuatro hijos del difunto coronel Beverley son salvados por Jacob Armitage, un guarda del bosque que los lleva con él a su casa. Ocultos allí, crecen y aprenden lo necesario para sobrevivir. El mayor, Edward, quiere a toda costa recuperar sus propiedades y luchar por la vuelta del rey; el siguiente, Humphrey, es un chico mañoso con unas grandes cualidades para el trabajo de la granja; las chicas, Alice y Edith, cumplen funciones de amas de... Leer más
MadEntre los relatos infantiles escritos en español, ninguno fue tan popular y tuvo tanto éxito, y pocos tienen tanta calidad y tanta fuerza como Marcelino pan y vino, de José María Sánchez... Leer más
Según dice Sánchez Silva en la dedicatoria, éste es un cuento «escrito como quien lava», una «relación sencilla y pura, ni antigua ni moderna», de un «desaprovechado discípulo de Andersen, Grimm y Perrault». Y, sin embargo, Marcelino Pan y Vino obtuvo un éxito sin precedentes: por su calidad literaria ofrecida con un lenguaje sencillo y claro, por su penetración psicológica en el alma de un niño y, sobre todo, porque, como dice José García Nieto en el prólogo a una edición del año 1969, «este cuento es nada más y nada menos que ese... Leer más
Ambas ediciones contienen el cuento original y una segunda parte, titulada El Gran Viaje de Marcelino, que fue publicada por el autor en 1982, refundiendo y dando unidad a otras historias de los mismos personajes que se habían publicado en 1953 y 1954 con los títulos Historias menores de Marcelino y Aventura en el cielo. Marcelino es un niño abandonado a la puerta de un convento de frailes franciscanos. El chico creció y «fue la alegría del convento y a veces también el pesar, porque aunque era bueno como el pan, no siempre sus acciones lo eran, y sus robos de fruta en la huerta y... Leer más
Después de un chico agobiado como Leo, y de uno angustiado como Ramón, ahora es el turno de Prudencia se preocupa, un álbum de un experto en relatos para prelectores como Kevin Henkes, que da una solución... Leer más
El autor se caracteriza, desde un punto de vista gráfico, por unas ilustraciones narrativas, clásicas pero planas y sin perspectiva, que recogen bien tanto lo que sucede como los sentimientos de los personajes, que son todos ellos ratoncitos con colas y orejas superexpresivas. Las compone combinando bien texto e ilustraciones. A estas las puede dar distintos tamaños y colocar una o varias en cada página, acudiendo a veces a planos de detalle. Su evolución con el paso del tiempo se puede ver en los tres álbumes citados: en el más antiguo todas las ilustraciones son recuadradas y en el... Leer más