Tal vez el crítico literario que más me ha orientado haya sido Wayne Booth [1] (1921-2005). Los libros suyos de los que he puesto notas aquí son:
—De La retórica de la ficción (1961): Qué queremos decir cuando hablamos de «escribir bien» [2], Complejidad con claridad [3], Efectos literarios [4], La ocurrencia de usar un abrigo [5], Ironía sin cinismo [6], Una particular formación [7], El papel de los juicios morales al leer [8], Intereses de distinta clase [9].
—De Retórica de la ironía (1974): Los errores más increíbles [10], Ninguna conexión [11], Preguntas que tratan de contestar los críticos [12], Adultos graciosos [13], A quién hacer más caso [14], La pérdida grave [15], Ironías fuera de lugar [16], Dudo que sea cierto [17], Ironía como pobreza de pensamiento [18], Un género de pedantería [19].
—De Las compañías que elegimos. Una ética de la ficción (1988): Libros como amigos [20], Contra la trivialización de lo importante [21], Una crítica responsable [22], Un acto imaginativo central injusto [23], ¿Un final ofensivo? [24], Novelas que enseñan cómo y qué desear [25].
—De Cómo convertirse en un hábil investigador (coautor con Gregory G. Colomb, Joseph M. Williams) (1995): Consejo a un investigador principiante [26], No confunda usted [27], Trabajo en equipo [28].