Una selección más estricta de los libros mencionados días atrás sería esta:
—de los álbumes para prelectores: Autobusito [1], La ciudad [2], Un platito de leche en el cielo [3], ¿De qué color es? [4];
—de los álbumes para primeros lectores: ¿Mau iz io? [5], La merienda en el parque [6], Irene la valiente [7];
—entre los muchos álbumes antiguos excelentes, unos que se han editado en España por primera vez (como el último citado) y otros que se han reeditado en cuidadas ediciones, se ha de citar la serie que componen Lluvia de cocodrilos [8], Sopa de pollo con arroz [8], El uno era Juan [9] y Miguel, un cuento muy moral [9].
—de los libros de conocimientos: Un mundo asombroso [10], Ahí fuera [11];
—un libro infantil (o no tanto) antiguo y reeditado de nuevo: Bambi [12].
—cómics juveniles bien hechos y muy amenos: Sonríe [13] y Hermanas [14];
—una novela juvenil diferente: El mono del asesino [15];
—una gran novela del Oeste: El virginiano [16];
—un libro de relatos cortos divertidos e inteligentes: El río que se secaba los jueves; [17]
—un libro para padres: Elogio de las familias sensatamente imperfectas [18];
—un libro para entusiastas del arte: Cuaderno del Prado [19];
—un libro enciclopédico Cien años de literatura a la sombra del Gulag (1917-2017) [20].
Además, y como ya dije, en mayo salió una nueva edición, revisada y ampliada, en formato electrónico y en papel, de Gramática de la gratitud [21]. Su contenido lo explica este pdf con las primeras páginas [22].