- Bienvenidos a la fiesta - https://bienvenidosalafiesta.com -

Tolerancia y convicciones

Para responder a si hemos de relativizar todas nuestras convicciones o hemos de combatir por ellas, Robert Spaemann [1] pone un ejemplo: si tengo la convicción de que la ablación femenina es algo malo, consideraré falsa la convicción contraria y la combatiré; de otro modo no podría considerar mi convicción como tal. Y cuando le preguntan cómo no asociar convicciones con intolerancia, explica que las convicciones son teóricamente intolerantes pero que una intolerancia teórica no implica una intolerancia práctica. Así, continúa, quien prescribe un medicamento no tiene por qué obligar al otro a tomarlo. Es decir: se puede tener la convicción de que no se puede forzar a otras personas en cuestiones de convicción.

Robert Spaeman. Texto modificado de una entrevista del año 1999 contenida en Ética, política y cristianismo (2007). Madrid: Palabra, 2007; 299 pp.; col. Biblioteca Palabra; ed. de José María Barrio, trad. de José María Barrio y Ricardo Barrio; ISBN: 978-84-9480-106-6.