Un buen relato de amor juvenil, que además cumple con acierto la función de introducir al lector joven en la mejor poesía de amor de la literatura castellana, es Claudia y Grunch [1], de Rafael Gómez Pérez [2].
Un buen relato de amor juvenil, que además cumple con acierto la función de introducir al lector joven en la mejor poesía de amor de la literatura castellana, es Claudia y Grunch [1], de Rafael Gómez Pérez [2].