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El árbol de las cerezas

El árbol de las cerezas es la primera novela de Paola Peretti, una profesora de chicos y chicas inmigrantes que tiene la enfermedad de Stargardt, que causa una ceguera progresiva. La protagonista y narradora de su novela, Mafalda, es una niña de nueve años que tiene la misma enfermedad y algunas peculiaridades: tiene a El Barón rampante [1], una novela de Italo Calvino [2], como referencia y, por eso, sueña con vivir también en un árbol de su colegio al que le gusta mucho subirse, y tiene un gato al que, como el de la novela de Calvino, llama Óptimo Turcaret. Sus padres son muy amables con ella y la cuidan, una bedel rumana de su colegio también entabla una relación especial con ella, y, entre sus compañeros, se hace más amiga de un chico con dotes para la música y problemas familiares.

Las percepciones e inquietudes de Mafalda, según va perdiendo visión, están basadas en las de la misma escritora. Lo notable del libro está en lo bien que transmite muchos aspectos del mundo interior de la heroína, en la forma poéticamente sencilla con que cuenta las cosas, y en la fortaleza interior con la que afronta sus problemas y su futuro. Ese tono narrativo tan amable y cálido hace pasar por alto cualquier improbabilidad que se pueda detectar —algunas referencias al paso que parecen de chica más mayor— o que se puedan suponer —como el hecho de que la chica tenga El Barón rampante, una novela en principio adulta, como referencia—.

Pueden dar idea del tono del relato dos párrafos en los que Mafalda explica cosas:

«Vistos desde fuera, mis ojos son normales. Es un poco como estar loco: visto desde fuera, un loco parece normal, pero luego se pone a gritar, y entonces todo el mundo se acuerda y dice: «Cuidado con ese, está loco». Una vez, la profesora de gimnasia dijo de mí: «Pobrecita, no ve», y a mí se me ocurrió ponerme a gritar para que se creyera que estoy loca y dejara de alborotarme el pelo al acariciarme la cabeza».

«A mí me gusta mucho la música porque no hay que ver nada. Mamá quería que aprendiera a tocar un instrumento, pero yo nunca quise, sobre todo desde que tengo la niebla en los ojos porque no consigo leer las notas: para mí son hormigas inmóviles sobre una raya negra. Pero escuchar sí que me gusta».

Paola Peretti. El árbol de las cerezas (La distanza tra me e il ciliegio, 2018). Barcelona: Seix Barral, 2019; 224 pp.; trad. de Isabel González-Gallarza; ISBN: 978-8432235092. [Vista del libro en amazon.es [3]]