Incluyo en la página el artículo Dios y lo religioso en los relatos infantiles y juveniles [1], donde hay citas que han aparecido en estas notas en años anteriores. Su redacción responde a la percepción de lo que se indicaba en Ansiedades sueltas [2], y a la comprobación de que abundan quienes no siguen el prudente consejo de Stevenson [3] de no hablar de aquello que no se comprende cabalmente.