Suele decirse que la mayor y más duradera influencia sobre los niños es la que procede de sus propios compañeros, aunque no todos son tan conscientes como Marcia, la compañera de Charlie Brown [1]:
«Marcia: He suspendido por culpa tuya, Carlitos.
Carlitos: ¿Por qué?
Marcia: ¿No eres acaso mi mejor amigo? Tenías que haberme influido mejor».