Un enorme depósito de argumentos para preparar álbumes ilustrados son las fábulas. Un ejemplo está en la versión de La tortuga y la liebre que hace unos años firmaron Alison Jay [1] y Caroline Repchuk y titularon La carrera [2].
Un enorme depósito de argumentos para preparar álbumes ilustrados son las fábulas. Un ejemplo está en la versión de La tortuga y la liebre que hace unos años firmaron Alison Jay [1] y Caroline Repchuk y titularon La carrera [2].