- Bienvenidos a la fiesta - https://bienvenidosalafiesta.com -

Libros como amigos. La recepción y la crítica de la literatura infantil y juvenil

Actualización: A principios de enero de 2024 publiqué una segunda edición de Libros como amigos [1] sólo en formato electrónico.

La editorial Fragua acaba de publicar Libros como amigos. La recepción y la crítica de la literatura infantil y juvenil [2], un libro que contiene textos que había ido elaborando durante años para cuando tenía que hablar de cuál es la forma de juzgar un libro infantil o juvenil y de opinar sobre si cumple o no su función de ser una buena lectura para niños o jóvenes. Indico en la introducción que «es inevitable que los mediadores se acerquen a la Literatura infantil y juvenil (LIJ) con sus propios objetivos: los lectores expertos con la mirada puesta en si los libros tienen o no calidad, y los educadores, en especial los padres, con el ojo atento a los efectos beneficiosos o perjudiciales que pueden tener las distintas lecturas según la madurez de los chicos y chicas. Al mismo tiempo es indudable que los lectores primarios de LIJ se acercan a las ficciones que consumen en principio para disfrutar y, de paso, consciente o inconscientemente, aprender, y son muchas las que pueden cumplir esas funciones por más que les veamos defectos».

Así que «pretendo hablar de cuáles considero las formas más equilibradas de opinar sobre la oportunidad y calidad de un relato infantil y juvenil. Mi objetivo, de más está decirlo, no es aportar nada nuevo a la crítica literaria sino facilitar las cosas a cualquier interesado en la cuestión, en especial a los adultos que, a veces, piensan que no saben hacerse cargo de la calidad de un libro que van a leer o han leído sus hijos, o sus alumnos, o niños que tienen cerca. Como esperarán quienes conocen otras publicaciones mías, me apoyo mucho en autores cuyas observaciones son luminosas para entender la literatura y, en particular, la que suele llamarse literatura popular, a la que podemos adscribir la LIJ». Dedico los dos primeros capítulos a la recepción de los libros por parte de los niños y jóvenes; los tres siguientes a la forma de leerlos propia de alguien experto; los dos posteriores tratan de cuestiones que se plantean los educadores, a veces en contraste con los críticos; y en los dos últimos pretendo sintetizar ideas apuntadas antes y ofrecer algunas orientaciones.