La autora narra su estancia de recién casada en las posesiones familiares del barón von Arnim, en Pomerania. Habla de la felicidad despreocupada de responsabilidades, de la contemplación de la naturaleza y del paso de las estaciones, del cultivo de la amistad y de la conversación con sus invitadas Minora e Isais, de atrayente y sugestiva personalidad, del juego con sus tres hijas y de todas las actividades placenteras que puede deparar la vida familiar de gente adinerada.