EE.UU, siglo XIX. Vendida por su antiguo amo, Julilly va desde Virginia hasta una plantación en Misisipí. Allí se hace amiga de Liza, otra chica de trece años, y ambas huyen al Canadá junto con otros dos esclavos, usando el que fue llamado el «Ferrocarril Subterráneo», un sistema creado para facilitar esta clase de fugas.