En el segundo libro, y ya sin niños oyentes, Eustace pone por escrito nuevos relatos de la misma clase: El Minotauro, Los pigmeos, Los dientes del dragón, El palacio de Circe, Las semillas de la granada, El vellocino de oro.
En el segundo libro, y ya sin niños oyentes, Eustace pone por escrito nuevos relatos de la misma clase: El Minotauro, Los pigmeos, Los dientes del dragón, El palacio de Circe, Las semillas de la granada, El vellocino de oro.