Una gaviota que disfruta con planear y volar a gran altura, con descubrir nuevos horizontes para su vida y transmitirlos a otras gaviotas, con aprender acrobacias aéreas y romper límites no alcanzados antes por las gaviotas que se limitan a vuelos cortos, es expulsada de la bandada. Así accede al cielo de las gaviotas, donde aprende vuelo acrobático y el Mayor le dice que «el cielo no es un lugar, ni un tiempo. El cielo consiste en ser perfecto». Luego vuelve con las demás gaviotas y, obrando milagros, va llevando a gaviotas incrédulas a un estado de felicidad supersónica.