Cuando llega el momento de irse a la cama, el niño no quiere, pero cuando pide a sus juguetes que le acompañen, ellos también están cansados y le van diciendo, uno tras otro, que tienen sueño y prefieren jugar al día siguiente.
Cuando llega el momento de irse a la cama, el niño no quiere, pero cuando pide a sus juguetes que le acompañen, ellos también están cansados y le van diciendo, uno tras otro, que tienen sueño y prefieren jugar al día siguiente.