Cuando un rey pasa junto a un monstruo feísimo es capturado. El rey se intenta evadir diciéndole que los niños son más sabrosos y prometiéndole uno… El monstruo acepta y lo manda de regreso pero, cuando al rey le sale al encuentro su propia hija Lucila, se la tiene que llevar al monstruo. A la niña no le importa, pues es tan redicha y descarada que logra ponerlo frenético.