Las mamás de Juan y Brenda les dicen que salgan a jugar a la calle cada uno con su osito. Ambos empiezan diciendo «Odio a mi oso de peluche» y luego comienzan a rivalizar sobre sus cualidades. A su alrededor se desarrollan historias muy variadas que ellos no perciben. Al final, cuando entran en la casa, los ositos hablan entre sí.