The White Stag es un libro de leyendas que presenta, épica y poéticamente, las invasiones a sangre y fuego de los pueblos bárbaros que se instalaron en Hungría en los primeros siglos. The Good Master y The Singing Tree son libros basados en recuerdos de infancia de la escritora en los que también se incluyen historias del pasado húngaro. Lo mejor de esas dos novelas es que están muy bien contados tanto los incidentes de la rivalidad y amistad entre los protagonistas, como los que cuentan los incidentes y el trabajo propio de la vida en la granja. Hay momentos de tensión, como una estampida de caballos en medio de la cual se encuentran Kate y Jancsi, o una enorme sequía que amenaza con arruinarles. Los personajes, tanto los chicos como los adultos, resultan atractivos. The Singing Tree tiene el interés adicional de que presenta, de modo indirecto, el ambiente de la primera Guerra Mundial. Cuando Kate muestra su disgusto ante la guerra le dan una explicación interesante: igual que ella se había visto en medio de una estampida de caballos y había reaccionado lo mejor que supo y pudo, una guerra es también como una estampida: a nadie le gusta pero si te pilla en medio tienes que hacer las cosas lo mejor que sepas y puedas. En la primera novela hay un episodio con unos gitanos nómadas que, seguramente, hoy no se publicaría… En la segunda hay una defensa del papel de los judíos en la vida centroeuropea cuando se presentan las actividades comerciales de un amigo de la familia: sin duda, dado el momento en el que se publicó esa novela, fue un modo de tomar partido ante lo que estaba sucediendo en Europa. Añaden mucho sabor a los libros las ilustraciones en blanco y negro, que son unos excepcionales dibujos muy estilizados en los que se presentan escenas de vida doméstica y de ambiente rural, algunas con los y las protagonistas vestidos con trajes típicos de la zona, y otras con imágenes muy dinámicas de paseos o carreras a caballo.