El autor fue el primero en ganar dos veces el Premio Newbery, en Estados Unidos, por esta novela y, pocos años después, por Onion John (1959). Ambas se caracterizan porque se desarrollan con lentitud y porque se centran mucho en el mundo interior de los protagonistas, chicos reflexivos y bondadosos.
…And Now Miguel tiene un protagonista con un mundo interior creíble, que resulta sensato y, a su modo, gracioso; da una información clara sobre su trabajo y recrea con viveza sus ambientes familiar y social. Estos elementos no están tan logrados en Onion John, en especial el conflicto central de la historia: un chico de doce años también, en Nueva Jersey, tiene un trato cordial con un emigrante o vagabundo de origen europeo y eso a su padre no le acaba de gustar.
El premio a las dos novelas, valiosas ambas pero, por su ritmo narrativo y por su falta de acción, poco atractivas para una mayoría de lectores jóvenes, tiene que ver seguramente con sus contenidos: dentro de la literatura infantil de los Estados Unidos fueron una gran novedad libros que incluyesen personajes un tanto marginales o no integrados.
Hay que añadir que las ilustraciones de un pintor muralista como Jean Charlot para …And Now Miguel son todo un ejemplo de cómo unos dibujos, sencillos pero con un enorme poder de sugerencia, pueden contribuir mucho al atractivo de una novela.