Historia con acentos irónicos y de «nonsense» que se reflejan en el texto y en los eficaces dibujos a plumilla en blanco y negro, propios de revista humorística o de cómic. Tashlin acentúa el humor cordial en las escenas de muchas personas y mucho movimiento, el humor satírico cuando tratan a los jefes, el humor tierno cuando el protagonista es el oso.