- Bienvenidos a la fiesta - https://bienvenidosalafiesta.com -

CLARÍN,

Clarín, uno de los pioneros del «cuento moderno» en España, compuso con Pipá un relato heredero de la picaresca y que reúne «muchos de los lugares comunes de la narración sensiblera, tan abundante en las columnas de la prensa decimonónica en forma de folletín» (Antonio Ramos-Gascón). Pero además de los aspectos de crítica social y moral del relato, es destacable la capacidad de Clarín para expresar con verosimilitud el mundo interior de Pipá. El final duro del cuento nada tiene que ver con lo habitual en la literatura infantil, en la que casi no encontramos protagonistas-niños que mueran al final: puede morir algún amigo del protagonista, como el pequeño Nemecsek en Los muchachos de la calle Pal [1], de MOLNÁR [2], o los héroes de algunos de los de los cuentos que se incluyen en Corazón [3], pero no el protagonista central, pues el público destinatario no lo acepta fácilmente. El cuento de SÁNCHEZ SILVA [4], Marcelino pan y vino [5], rompió este molde porque sólo es posible un cierto buen sabor de boca con la visión sobrenatural que da la fe, que garantiza para Marcelino un más allá mucho mejor que lo que deja. Pero a Pipá, parece decirnos Clarín, lo que le aguarda más allá ha de ser, por fuerza, mucho mejor que lo de acá, sin necesidad de dar ningún sentido trascendente a su relato. Es el lector el que ha de ponérselo, si lo tiene, pero en cualquier caso Clarín le narra un cuento que le puede ayudar a discernir el bien del mal, aunque también sea cierto que «entre el bien y el mal, en cuestión de hazañas no suelen distinguir los niños, y muchas veces tampoco los hombres: se ve que, para muchos, […] Napoleón es mucho más célebre que San Francisco de Asís».