El texto es mínimo y todo el peso recae sobre unas ilustraciones bien compuestas, confeccionadas con un fuerte contraste de colores planos y brillantes, y basadas sobre unos dibujos engañosamente sencillos contorneados con línea gruesa.
Álbum estimulante y eficaz. Conecta con las mentes y recoge los sentimientos de un lector pequeño, y a la vez potencia el interés y los deseos de acceder a ese mundo. El autor es un maestro de la concisión y de la simplicidad y logra un álbum evocador y sugerente como pocos, que alcanza el núcleo de la ilusión de un niño, y puede ser como un detonante de una futura vocación profesional.
Otro álbum: La gallinita roja [1].