Con este poema narrativo basado en una leyenda popular alemana que quizá tuvo una base histórica en la llamada Cruzada de los niños, Browning ha pasado también a la historia de la literatura infantil. En él usa un registro humorístico y recurre a los juegos de palabras y a rimas juguetonas, aunque la historia sea en sí misma bastante triste. A lo largo de los años se han hecho distintas ediciones con formato de álbum ilustrado. De las versiones antiguas es destacable la de Arthur RACKHAM [1] en 1934 pero la más popular y duradera es la que preparó Kate Greenaway en 1888.
Bibliografía:
G. K. Chesterton. Robert Browning [2] (1903). En Obras completas, volumen IV. Barcelona: Plaza & Janés, 1962; de la p. 7 a la 183 de 1261 pp.; trad. de Simón Santainés.