Me alegra la edición en España de El juego de Westing,una original y premiada novela de Ellen Raskin que se publicó en 1974. Con este motivo la he vuelto a leer y he repasado y modificado algunas cosas en el comentario que, hace ya unos años, había puesto a la edición original. Ojalá con este motivo se publique también en castellano su estupendo álbum Nothing ever happens on my block.
Hay libros que tienen encanto y que, aunque les ves defectos, te gustan igual. He pensado eso al leer y, sobre todo, al ver los dibujos de Charlie Mackesy en El niño, el topo, el zorro y el caballo.Es una sucesión de escenas que se presentan como escritas a mano con una pluma de las antiguas, de las que combinan trazos finos con trazos gruesos según cual sea la orientación de la escritura, en las que se suceden diálogos sencillos, a veces profundos y a veces simplistas, entre los personajes mencionados en el título. Como se indica en este comentario, el libro habla con convicción de amabilidad, optimismo, aceptación…, aunque por momentos lo haga de una manera en exceso didáctica y sentimental al modo de un libro de autoayuda. Sea como sea, tienen un gran tirón los dibujos en blanco y negro, y algunos coloreados, como abocetados, de unas figuras que logran transmitir simpatía y afecto, y que a mí me han recordado un poco a las ilustraciones de E. H. Shepard para Winnie the Pooh. De hecho, el autor sabe bien que la fortaleza de su obra está en los dibujos: en un saludo inicial explicando su libro señala que «no soy buen lector. Lo cierto es que necesito dibujos, son como islas, lugares a los que llegar en un mar de palabras». Por otro lado también habrá quien diga, no sin razón, que insistir en la bondad en nuestro mundo nunca está de más.
Charlie Mackesy. El niño, el topo, el zorro y el caballo (The Boy, the Mole, the Fox and the Horse, 2019). Barcelona: Suma de letras, 2020; 124 pp.; trad. de Laura Vidal Sanz; ISBN: 9788491294788. [Vista del libro en amazon.es]
¡Hola, faro!, de Sophie Blackall, es un álbum que atrae por su argumento y su construcción medida, por su colorido y vistosidad, y por su tono alegre y nostálgico a la vez. Comienza cuando un joven farero llega a su nuevo trabajo, continúa cuando traen a su mujer, luego cuando tienen una hija, y termina cuando las nuevas tecnologías hacen innecesaria ya su presencia continua en el faro. En medio suceden incidentes y accidentes —enfermedades, naufragios…— a los cuales el protagonista y su mujer han de hacer frente. Las dobles páginas muestran tanto aspectos de la vida cotidiana y del trabajo que han de cumplir los habitantes del faro, como escenas del mar que lo rodea en distintas épocas del año. En ellas, algunos detalles de lo que ocurre se presentan, muy apropiadamente, en el interior de círculos como si los observásemos con un catalejo. Al final, la autora explica su trabajo para documentarse y confeccionar el álbum.
Sophie Blackall. ¡Hola, faro! (Hello Lighthouse, 2021). Madrid: Lata de Sal, 2021; 48 pp.; col. Afortunada; trad. de Mariola Cortés Cros; ISBN: 978-84-120780-6-0. [Vista del álbum en amazon.es]
Tenía pendiente leer Figuras de la Pasión del Señor, de Gabriel Miró, y, por fin, lo he hecho estos días atrás. Son quince escenas, apoyadas en lo que conocemos de los Evangelios, pero reconstruidas imaginativa y literariamente por el autor. Es un libro asombrosamente rico, en el que vale la pena invertir el tiempo de uso del diccionario al que obliga la riqueza de vocabulario del autor. Se detallan sus contenidos y sus rasgos estilísticos, y se cuentan aspectos de la biografía del autor, en comentarios como este de Adolfo Torrecilla, este de Rafael Narbona, este de Ignacio Peyró, este de Mauricio Gil Cano o este de C. Boselli. Gabriel Miró. Figuras de la Pasión del Señor (1916). Está accesible en Cervantesvirtual. Una edición en papel está en Madrid: Visor, 2006; 254... Leer más
Después de grandes libros como El precio del triunfo y Cómo ganar el Giro bebiendo sangre de buey incorporo a la sección y a la categoría de libros sobre deporte una novela para entusiastas del atletismo que comenté hace tiempo en otra página: El corredor, de John L.... Leer más
Después de la nota de ayer, pongo la segunda que anuncié, que habla del juego del quidditch en las novelas de Harry Potter: siempre pensé que era un juego con unas reglas absurdas pero ahora entiendo que ni mucho menos era así. Adapto un poco los párrafos quitando unas referencias que hace Jordan Peterson a lo que llama el «caos circular», que aquí no me parecen necesarias. «El objetivo del quidditch es meter un balón (el quaffle) en uno de los tres aros que defiende el equipo contrario, al tiempo que se sobrevuela el campo de juego con escobas encantadas. El equipo que anota recibe diez puntos. Simultáneamente, hay dos jugadores (uno de cada equipo) que juegan a otra cosa: un juego dentro del juego. Escogidos por su excepcional capacidad de atención y su destreza con la... Leer más
En su momento hablé de 12 reglas para vivir, de Jordan Peterson. He leído ahora Más allá del orden. 12 nuevas reglas para vivir un libro parecido al anterior, que se comenta con extensión y claridad en este artículo. En él se indica que su tono es menos impetuoso y más compasivo, pero que sigue proponiendo recetas vitales con sentido común, muchas de las cuales chocan con lo que se suele presentar como políticamente correcto. Para mi gusto se podrían desarrollar algunas cuestiones de forma más sucinta y directa como, por ejemplo, la de algunos párrafos conclusivos de los análisis que hace en cada capítulo, como este al final de la regla 6: «Ten un poco de humildad. Ordena tu cuarto. Cuida de la familia. Haz caso a lo que te dicta la conciencia. Endereza tu vida. Encuentra... Leer más
Leo y Lisa: más allá de la ciudad única, del diseñador gráfico Miguel Ángel Sáez, es un álbum muy original en su confección, y no solo porque sea uno de los pocos compuestos a partir de unos previos teatrillos montados con figuras, como por ejemplo Moncho y la mancha o La casa de los ratones. Sus protagonistas principales son Leo (de Leonardo da Vinci), un inventor que trata con materiales reciclados, y Lisa (de Mona Lisa), una amiga que actúa como su piloto de pruebas. Los curiosos escenarios en los que se mueven están en la Ciudad Única, un lugar muy abigarrado del que los héroes acaban consiguiendo escapar. Lo que atrae el interés del lector no es tanto el argumento como el mundo tan singular creado por el autor: antes de ser escenas del álbum, ambientes y figuras fueron... Leer más
Dos lobos blancos, de Teresa Novoa y Antonio Ventura, es un gran álbum de hace tiempo que ha sido reeditado hace poco. Sus protagonistas son dos lobos blancos que caminan entre montañas nevadas, cuando oyen un aullido allí dirigen sus pasos hasta que encuentran una madre herida y un lobezno. Álbum muy bien construido. Las excelentes ilustraciones a doble página, perfectamente secuenciadas, cambian de paso justo en el momento en que los lobos huelen la presencia de la loba herida: entonces se ven sus dos caras alerta en primer plano. La historia funcionaría igualmente bien, y tal vez sería más intensa, sin algunas de las pocas palabras que acompañan las imágenes y que son redundantes con ellas. Sea como sea, gran álbum, de los que quedarán en la historia de los álbumes... Leer más
Cosas, de Castelao —el médico, escritor y dibujante gallego Alfonso-Daniel Rodríguez Castelao (1886-1950)—, es una colección de casi medio centenar de relatos, cada uno con una ilustración, un dibujo que a veces es como un grabado, compuestos los primeros en 1926 y ampliados después en 1929 y 1934. Son escenas breves, algunas muy cortas, tomadas de la vida real, que intentan reflejar personajes o actitudes de la Galicia de la época; en ellas aparecen campesinos, marineros, ancianos, huérfanos, desamparados, emigrantes, siempre con una mirada dolorida y compasiva, a veces con acentos grotescos o de sátira moralizante, como indica el prologuista. Por ejemplo, un relato es el protagonizado por la siña Sinforosa, una mujer que «conservaba en la memoria los nombres de los... Leer más
En unas sesiones tituladas «Grandes libros» que tenemos un grupo de amigos, en una cafetería excelente llamada elcercano, he intervenido para hablar acerca de El señor de las moscas. Esta es la sesión en youtube de la exposición inicial, anterior al debate con los asistentes. Como es lógico, son ideas que ya expuse con más detalle y orden en La esperanza del... Leer más
Entre otros libros, este mes he comentado un buen cómic infantil para primeros lectores como Flores salvajes; un premiado libro de poemas, que también explica varios mitos clásicos, como Un hilo me liga a vos; un gran álbum informativo como Manos a la tierra. Además, he hablado de una buena novela que ha vuelto a ser reeditada: Lavinia; y de un libro testimonial extraordinario: Hermanito. Y en Aceprensa publiqué un artículo titulado Libros valiosos, lectores de calidad. En Libros para jóvenes he puesto comentarios a dos libros. En medium he puesto una reseña extensa de Quintin Durward, un libro de aventuras muy ameno que se ha de buscar en bibliotecas o en librerías de segunda mano. AVISO Este boletín se publica en twitter, facebook y en esta misma página. Además,... Leer más
Después de un álbum como Flores salvajes y de un relato como La soñadora Chusita y su gata Blasita, otra historia más, bien escrita y contada, sobre una niña y su mundo imaginativo es Cornelio, Pancho, Simón y Yo, de Ramón Acín. En tres capítulos se nos cuenta lo que piensa la protagonista que, como se ha roto una pierna, debe permanecer encamada. Habla de las relaciones con su padre —«Mi papá dice que “se duerme a la hora de las gallinas”. Mi papá dice cosas así. Cosas que no comprendo, pero que yo debo aprender. Porque mi papá lo sabe todo»—; con su madre: «”Duerme, Lupe, duerme” dice mientras me arropaba con mimo y me besa en la frente. Mi mamá es así. Siempre acude en la noche, cuando me asusto»—; de su mundo imaginativo —«El porche es mi palacio.... Leer más
Tiffky Doofky: De profesión, basurero, es un relato corto de William Steig, acompañado de una o dos ilustraciones por página, en el que, como es habitual en el autor, los personajes son animales humanizados y encontramos un protagonista incombustible. Al principio sabemos que a Tiffky Doofky, un perro que es el basurero de su pueblo, Madame Tersal le profetiza que, antes de que acabe el día, encontrará el amor de su vida. Tiffky se lo cree a pies juntillas pero le ocurrirán algunos contratiempos debido a la intervención de una bruja malvada, enemiga de madame Tarsal, y el lector (a no ser que conozca ya otros libros de Steig), tendrá bastantes dudas de que se acabe cumpliendo la profecía. El autor se propone y consigue hacer amable a un personaje aparentemente tan poco atractivo... Leer más